Pentecostés—2012
Día 49—El Pacto de Matrimonio de Dios e Israel
Fred R. Coulter—26 de Mayo, 2012
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¡Saludos a todos! Bienvenidos al día 49, el sábado antes de Pentecostés, 2012. Cada año llegamos a esto. Cada año nos acercamos un paso hacia el reino venidero de Dios. Cada día nos acercamos al cumplimiento del propósito de Dios en nuestras vidas con Su Espíritu.
Nosotros sabemos de la Biblia, que hay muchas cosas que podemos aprender. Una de las cosas que vamos a cubrir el día de hoy será el pacto de matrimonio entre el Señor Dios y los hijos de Israel. El pacto en el que entró con ellos es exactamente como un pacto de matrimonio. De hecho, vamos a ver que Dios les dijo a ellos, ‘Yo soy tu esposo.’
Sabemos que el pacto que Dios hizo con Abraham, y después Isaac y Jacob; y que está cumpliendo ahora la promesa que Él dio para el pueblo de Israel. Así que, Él los rescató fuera de la tierra de Egipto, pero incluso en una ocasión se volvieron tan malvados, que Dios dijo que los destruiría en la tierra de Egipto, pero Él recordó Su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.
Nosotros sabemos el relato de que Dios, en el momento señalado, elevó a Moisés y lo envió a él y después a su hermano Aarón, para que fuera su vocero a toda la tierra de Egipto y a todo el pueblo de Israel. Entonces Dios comenzó a traer las plagas sobre Egipto para que dejaran ir a Su pueblo.
Sólo piensen en todas las plagas que ahí hubo. Cuando ustedes las estudien y las comparen con las del libro de Apocalipsis, podrán ver que estas son las mismas armas que Dios usa siempre.
La plaga final fue la muerte de los primogénitos de los Egipcios—tanto hombres como bestias—preservando a los hijos de Israel. Sus primogénitos fueron preservados por causa de la sangre del cordero en los postes superiores y laterales de las puertas. Nosotros hemos visto que el principio del primer día de la fiesta de los Panes Sin Levadura, es un día de dedicación de los primogénitos a Dios, y un día de redención de los primogénitos para Dios. Él dice, ‘Todos los que abren la matriz me pertenecen.’ Todos los varones le pertenecen a Dios. Todas las mujeres debían tener una ofrenda de agradecimiento ofrecida por ellas. Los animales se los podían llevar a la Fiesta, y los podían ofrecerlos en sacrificio, comerlos, y disfrutar de la Fiesta.
Dios tomó siete semanas para traerlos al Monte Sinaí, esto fue todo un suceso. Aquí es donde Dios le iba a hablar a todo el pueblo. Aquí es donde tendría lugar la gran ceremonia:
· ¡La presencia de Dios!
· ¡La voz de Dios!
· ¡Toda la gente reunida delante de Dios!
Vayamos a Éxodo 19 y veamos la propuesta de matrimonio que Dios les dio. Veremos que al igual que todas las propuestas matrimoniales para personas que se quieren casar, ¿cómo se hace la propuesta? ¿Te casarías conmigo? Y después ella dice ‘¡sí!’ Después viene un pacto, y con el pacto un acuerdo, con todas las cosas que tienen que ver con el matrimonio.
Aquí encontramos que Dios dio la propuesta matrimonial, Éxodo 19:3: “Y Moisés subió a Dios, y el SEÑOR lo hizo salir de la montaña, diciendo, ‘Así dirás a la casa de Jacob y dirás a los hijos de Israel, “Han visto lo que hice a los egipcios, y como los tomé sobre alas de águila” y los traje hacia Mí mismo.”” (Versos 3-4). Eso significa que estaban bajo la protección de Dios. Ellos tuvieron que caminar todo el trayecto y les tomó siete semanas para llegar ahí.
Verso 5: “Ahora por tanto, si por cierto obedecen Mi voz…” Noten las partes del pacto, y dense cuenta que éste pacto es muy simple. Igual que en una propuesta de matrimonio, cuando usted dice ‘sí’ aún no se despliega ninguno de los detalles de la vida— ¿verdad? ¡Sí! Pero cuando la propuesta ha sido aceptada y se celebra la ceremonia de boda, entonces usted conoce los términos y condiciones del rol del esposo/rol de la esposa. Entonces usted entra en un pacto y dice, ‘Si acepto.’ Usted dice ‘si acepto’ ¡delante de Dios! Dios lo hace responsable de eso, y es hasta que la muerte nos separe en todas las circunstancias.
Esto fue igual con Dios y con los hijos de Israel, una vez que Dios entró en este pacto—aún si los hijos de Israel no cumplían con su parte del pacto—porque Dios es perfecto, Santo, justo y bueno, y siempre cumplirá con Su parte. Vamos a ver qué fue lo que Dios propuso exactamente.
Verso 5: “Ahora por tanto, si por cierto obedecen Mi voz…” La condición siempre está sobre los seres humanos. Ya que Dios es perfecto, ¡Él no puede mentir! ¡Él cumplirá Su voluntad! Él siempre quiso bendecir a Israel en todo momento, pero Él también sabía que tenía que poner ante ellos la vida y la muerte, el bien y el mal, la bendición y la maldición. Él sabía que si no lo hacía, entonces tendría que bendecirlos sin importar cuales fueran las circunstancias, y sin importar lo que hicieran.
Aquí está la condición: “…obedezcan Mi voz, y guarden Mi pacto…” (Verso 5). Él no les ha dicho todo lo que el pacto conlleva. Nosotros sabemos que está basado en los Diez Mandamientos, porque estos son llamados ‘las palabras del pacto.’ Esto significa las palabras fundacionales, no todo el pacto. Cada uno de los diez mandamientos tiene otros estatutos, ordenanzas, juicios, leyes, y preceptos que son tomados de los Diez Mandamientos.
Nosotros tenemos el si condicional y el entonces: “…entonces serán un tesoro especial para Mí sobre todas las gentes; porque toda la tierra es Mía” (Verso 5). Una vez que ocurrió esto:
· ¿Qué debían hacer?
· ¿Cómo debían de obedecer a Dios?
· ¿Qué iba a hacer Dios con ellos?
· ¿Porqué entrar en este pacto con los hijos de Israel?
Dios se lo prometió a Abraham, a Isaac y a Jacob— ¿no es cierto? Sí, ¡lo hizo! ¿Porqué entrar en el? ¡Porque Dios quería que los hijos de Israel fueran la nación premier sobre la tierra, para llevar las leyes y mandamientos de Dios a todas las naciones!
Dios le prometió a Abraham, a Isaac y a Jacob que en la semilla de Abraham serían bendecidas todas las naciones y familias sobre la tierra. Claro, esto va mucho más allá del pacto que Dios estableció con Israel.
Noten el si condicional, entonces y el y, Verso 6: “‘Y serán para Mi un reino de sacerdotes y una nación santa… [Aquí tenemos una propuesta muy simple.] … Estas son las palabras las cuales hablarás a los hijos de Israel.’ Y Moisés vino y llamó a los ancianos del pueblo, y puso delante de ellos todas estas palabras, las cuales le ordenó el SEÑOR” (Versos 6-7). Ellos a su vez las llevaron a todo el pueblo.
Verso 8: “Y todo el pueblo respondió juntamente y dijo, ‘Todo lo que el SEÑOR ha hablado haremos’… [Recuerde algo muy importante: cuando usted le diga a Dios que va a hacer algo, más le vale que lo haga. Ellos dijeron que TODO.] … Y Moisés regresó las palabras del pueblo al SEÑOR.” Dios dijo, ‘Esta bien…”
Ahora, hay mucho más por venir. Así como en el matrimonio. Usted se casa, usted celebra la ceremonia, se dicen las palabras, usted repite todo lo que propone hacer, el ministro los declara marido y mujer, usted besa a la novia, la novia lo besa a usted, todos están felices, se dan la media vuelta y caminan por el pasillo, todos están contentos, todo es glorioso, todo es maravilloso, ¡y después comienza la vida!
Recuerden, no siempre es como uno se lo imagina, pero ustedes se han atado a sí mismos en un juramento ‘hasta que la muerte nos separe’—ya sea en la riqueza o en la pobreza, en la salud o en las dificultades; ustedes se han atado de por vida hasta que la muerte los separe.
Verso 9: “Y el SEÑOR dijo a Moisés, ‘He aquí, Yo vengo a ti en una densa nube para que el pueblo pueda oír cuando hable contigo, y te crean para siempre.’…” (Versos 9-10). Él quería que ellos estuvieran tan impresionados con esto, de manera que le creyeran por el resto de sus vidas y le enseñaran a sus hijos, y sus hijos a sus hijos, y éstos a sus hijos. ¡Esto era un gran legado!
“…Y el SEÑOR dijo a Moisés, ‘Ve al pueblo y santifícalos hoy y mañana, y laven sus vestidos. Y estén listos para el tercer día; porque en el tercer día el SEÑOR descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el Monte Sinaí’” (Versos 10-11). ¡Esto fue un evento grandioso y fantástico! Nunca en la historia había ocurrido algo como esto. Nunca ha ocurrido nada como lo que Dio hizo con los hijos de Israel en aquel tiempo.
Entonces, pusieron los límites y Moisés les dijo que no los sobrepasaran. No suban ni traten de seguirme hacia arriba, no sea que mueran. No dejen ningún animal suelto, no sea que muera. Moisés bajó y les dijo que estuvieran listos al tercer día (Versos 12-15 parafraseado).
Verso 16: “Y sucedió en el tercer día en la mañana que habían truenos y relámpagos, y una nube densa sobre la montaña. Y el sonido de la trompeta era muy duro así que toda la gente en el campamento temblaba.” Nunca he oído algo semejante.
Verso 17: “Y Moisés sacó a la gente del campamento para reunirse con Dios. Y ellos se pararon en la base de la montaña.” Todo el pueblo de Dios mirando las nubes negras: el trueno, el relámpago, el humo, y el sonido de la trompeta. Dios quería dejar en sus mentes una impresión absolutamente indeleble, de que Él era Dios y ¡sólo Dios! ¡De que ellos eran Su pueblo, llamados y seleccionados por Él!
Verso 18: “Y el Monte Sinaí estaba humeando, todo esto porque el SEÑOR bajó sobre este en fuego. Y el humo de este subía como el humo de un horno, y la montaña entera temblaba grandemente. Y cuando el sonido de trompeta sonó largo, y llegó a ser muy fuerte, Moisés hablaba, y Dios le respondía por voz. Y el SEÑOR bajó sobre el Monte Sinaí sobre la cima de la montaña. Y el SEÑOR llamó a Moisés a la cima de la montaña, y Moisés subió.” (Versos 18-20).
Después Él les dio una advertencia en el Verso 21: “Y el SEÑOR dijo a Moisés, ‘Baja. Ordena a la gente, no sea que se abran paso hacia el SEÑOR para mirar, y muchos de ellos perezcan. Y también los sacerdotes, quienes se acercan al SEÑOR, santifíquense a si mismos, no sea que el SEÑOR haga estrago sobre ellos.’ Y Moisés dijo al SEÑOR, ‘La gente no puede subir al Monte Sinaí, porque Tú nos ordenaste, diciendo, “Coloca límites alrededor de la montaña, y santifícala.’” Y el SEÑOR le dijo, ‘¡Aléjense! Baja, y solamente tú subirás, tú y Aarón contigo. Pero no dejes a los sacerdotes y a la gente abrirse camino para subir al SEÑOR, no sea que Él haga estrago sobre ellos.’” (Versos 21-24).
¡El escenario está listo! Todo el pueblo está aquí y Dios tiene su atención. Él les da los Diez Mandamientos, y Dios haría todo el pacto con Israel en base a esto: todas las leyes, los estatutos, y los juicios se basarían en esto.
Esto es algo que todos deberíamos hacer. Deberíamos aprendernos los Diez Mandamientos— De la manera en que están escritos en Éxodo 20. Todos estos establecen la relación del pacto entre Dios y el pueblo, entre el pueblo y Dios, y entre los mismos ciudadanos viviendo en la nación de Israel.
· ¿Cómo debían de vivir sus vidas?
· ¿Qué era lo que Dios esperaba que hicieran?
Todo se basaba en los diez mandamientos.
· ¿Sabe usted los Diez Mandamientos de corazón?
· ¿Puede decirlos todos ahora mismo?
· ¡Si no es así, los puede leer!
No vamos a repasarlos todos uno por uno, pero todos estos son importantes para que entendamos las cosas concernientes a la verdad de Dios, cómo piensa Dios, y lo que nosotros necesitamos hacer. También entendamos que todo en el Nuevo Testamento se basa en la fe, amor, obedecer a Cristo y a Dios el Padre, y en tener los mandamientos escritos en nuestra mente y corazón.
· ¡Estas cosas son eternas!
· ¡Estas cosas son espirituales!
También cuando hay personas reunidas en cualquier tipo de familia, comunidad, o sociedad, tiene que haber leyes, reglas, y regulaciones. Verán, como seres humanos, todos tenemos la ‘ley del pecado y muerte’ con nosotros. A no ser que tengamos el Espíritu Santo de Dios con nosotros, el cual nos rescata de la ley del pecado y muerte, y nos da el poder para vencer la ley del pecado y muerte, aunque esto no sucederá hasta la resurrección—representada por el día de mañana.
Lo que queremos hacer es ver el pacto de matrimonio que Dios tuvo con el antiguo Israel. Vamos a ver algunos paralelos, porque mañana vamos a hablar de la relación del pacto que nosotros vamos a tener con Dios en la resurrección. Mientras somos llamados, nuestra relación de pacto que tenemos con Dios ahora comienza con
· Bautismo
· Arrepentimiento
· Recibir el Espíritu Santo de Dios
· Caminar en el camino de Dios
· Vivir por cada palabra de Dios
Mañana vamos a ver que debe de haber una ceremonia de bodas entre Cristo y la Iglesia, Cristo y la Novia, tal y como la hubo aquí.
Tiene que haber todo un nuevo pacto espiritual en el cual entramos con Dios el Padre y con Jesucristo, que sea apropiado para el día de Pentecostés. En este Día de Pentecostés, Dios les dio los Diez Mandamientos y las palabras por las cuales quería que vivieran. Él les dijo ‘SI ustedes obedecen mi voz, y SI guardan Mi pacto, entonces ustedes serán un pueblo peculiar y un tesoro para Mí sobre toda la tierra.’ Eso debió de haber emocionado a los hijos de Israel, para que hubieran escuchado a Dios e hicieran exactamente lo que Él decía. Veamos que sucedió:
Éxodo 20:18: “Y toda la gente vio los truenos, y relámpagos, y el sonido de la trompeta, y la montaña humeando. Y cuando la gente vio, temblaron y se pararon lejos. Y le dijeron a Moisés, “Tú habla con nosotros, y nosotros escucharemos. Pero no dejes que Dios hable con nosotros, no sea que muramos.’… [¡Por supuesto que no hubieran muerto! Dios los llamó para un propósito especial.] … Y Moisés le dijo al pueblo, “No teman, porque Dios ha venido para probarlos…’” (Versos 18-20). Esto es muy interesante— ¿no es cierto?
· ¿Nos prueba Dios? ¡Sí, lo hace!
· ¿Vamos a entrar en el Reino de Dios sin ser probados?
· ¿No entenderemos esto a través de:
ü El amor de Dios
ü La fe en Dios
ü La Verdad de Dios
Y probamos:
ü Por nuestro comportamiento
ü Por nuestros pensamientos
ü Por nuestro vivir
ü Por nuestra relación con Dios
Que estaremos listos para la primera resurrección? Pensemos en esto mientras nos acercamos a los paralelos entre lo que aquí está hecho, y lo que va a suceder cuando seamos resucitados.
“‘…para que Su temor pueda estar delante de sus rostros, para que no puedan pecar.’ Y el pueblo se quedó retirado, y Moisés se acercó a la densa obscuridad donde estaba Dios” (Versos 20-21). Entonces Moisés subió a la montaña. Dios les dio sus juicios, estatutos y ordenanzas. Todos estos están contenidos en Éxodo 21-23. Todas estas leyes están basadas en los Diez Mandamientos.
Ahora veamos cómo es que Dios aplica Su Ley. Uno de los mandamientos es, verso 13 [transcriptor de corrección]: “No asesinarán.” Una traducción incorrecta es “No matarán.” Dios sí ordenó que se llevara a cabo la administración de la muerte para aquellos que pecaran gravemente. Aquí están los juicios cuando viene el pecado.
· ¿Qué hace usted?
· ¿Qué hace usted cuando alguien más roba?
· ¿Qué hace usted cuando alguien más miente?
· ¿Qué hace usted cuando uno de los animales enloquece y mata a alguien?
· ¡Todo está escrito aquí!
Éxodo 21:12: “El que golpee a un hombre, para que muera, será infaliblemente condenado a muerte.” Ese es asesinato premeditado. ¿Qué pasa si no era asesinato premeditado? Quiero que piensen en estas cosas, y en como incluso muchas naciones en este mundo siguen muchas de las leyes de Dios.
Verso 13: “Y si un hombre no está al asecho, sino Dios lo entrega en su mano, entonces Yo te señalaré un lugar a donde él huirá.” En otras palabras, si es un suceso accidental, entonces huiría a una ciudad de seguridad y se quedaría ahí hasta que la investigación y el juicio fueran hechos.
Verso 14: “Pero si un hombre viene presuntuosamente sobre su vecino para matarlo con astucia, lo sacarás de Mi altar para que pueda morir.” Dios no cree en la vida de prisión. Si usted comete un crimen digno de muerte, usted pierde su vida. Miren que sucede cuando no se le da seguimiento a esto. Miren las dificultades que se presentan cuando tenemos a jueces, fiscales, y testigos mentirosos. ¡Dios formó un sistema con los balances y chequeos adecuados para que hubiera justicia!
Verso 15: “Y el que golpee a su padre o a su madre infaliblemente será condenado a muerte. Y el que robe a un hombre y lo venda, o si él es encontrado en su mano, será infaliblemente condenado a muerte. Y el que maldiga a su padre o a su madre, será infaliblemente condenado a muerte.” (Versos 15-17). No será puesto en prisión para después dejarlo en libertad—como todos los pedófilos que hoy tenemos; toda la perversión sexual que hoy tenemos. Ellos pasan un año o dos en prisión, salen, y siguen practicando lo mismo. ¡Dios dice que ellos deben morir! Así es como se deshace de esto. Miren donde nos encontramos hoy entre las naciones del mundo porque no hacemos eso.
Verso 18: “Y si hombres luchan juntos, y uno golpea al otro con una piedra, o con su puño, y él no muere, sino es confinado a su cama; Si él se levanta de nuevo y camina fuera sobre su bastón, entonces el que lo golpeó será puesto en libertad. Únicamente pagará por la perdida de su tiempo y le hará estar completamente sano. (Versos 18-19). ¡Aquí hay restauración, restitución y redención! Eso es lo que Dios quería. Si usted hizo algo y fue su culpa, ahora tiene que sanar a esa persona. Lo que vamos a ver aquí es que muchas de las cosas que vamos cubrir, nosotros igualmente las hacemos en nuestra sociedad de hoy a través de lo que llamamos un seguro. Si ocurre un accidente, la persona puede ser sanada. Es por eso que tenemos seguro de auto, seguro de responsabilidad personal. En realidad esto está basado en los principios de la Ley de Dios.
“…Únicamente pagará por la perdida de su tiempo y le hará estar completamente sano.” Aquí tenemos estas tres cosas:
1. Restitución
2. Rehabilitación
3. Redención
—para que todo quede restablecido.
Lo importante es: Los principales involucrados lo solucionan en conjunto, de acuerdo a las Leyes de Dios. Hay otras cosas que pueden acontecer, y vamos a ver como se involucran los jueces en esto para tomar la decisión.
Verso 20: “Y si un hombre golpea a su siervo o a su sierva con una vara y éste muere bajo su mano, él será infaliblemente castigado. Pero si éste sigue por un día o dos, él no será castigado, porqué éste es su dinero. Si hombres luchan y golpean a una mujer embarazada, así que hay un aborto involuntario, y ningún daño sigue… [si ella se recupera y no hay aborto] …él será infaliblemente castigado, de acuerdo a como el esposo de la mujer le imponga. Y pagará como determinen los jueces” (Versos 20-22).
Esto es una clave. Todos estos casos venían ante los jueces. Ellos tenían que tomar la decisión basándose en lo que hemos estado cubriendo: ¡restitución, restauración y redención!
Aquí está una de las partes más incomprendidas de la Biblia, verso 23: “Y si cualquier herida ocurre, entonces darán vida por vida” Si alguien comete asesinato, los sobrevivientes de la persona muerta pueden esperar que aquel que cometió el asesinato pierda su vida.
Verso 24: “Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, azote por azote” (Versos 24-25). Todas estas cosas están basadas en lo que el juez determine que se pagará. Si usted hace que alguien pierda un ojo, usted paga por un ojo. Si usted hace que alguien pierda un diente, usted paga por la pérdida del diente; igualmente: pérdida de mano, pérdida de pie, “…quemadura por quemadura, azote por azote.”
Estos tenían que ser reunidos, adjudicados, y aplicarles el principio de restitución, rehabilitación y redención. Eso es lo que hay que hacer cuando existan problemas entre personas.
¿Qué pasa si había animales involucrados? Nosotros tenemos que tener seguros para nuestros autos, que paguen por accidentes, pérdida de miembros, pérdida de vidas. ¡Vaya que sí! Bueno, ellos tenían vacas, burros, caballos, camellos, mulas.
Verso 28: “Si un buey cornea a un hombre o mujer así que ellos mueren, entonces el buey infaliblemente será apedreado, y su carne no será comida. Pero el dueño del buey será libre. Pero si el buey era conocido por corneador en tiempo pasado, y su dueño ha sido advertido, pero él no lo mantuvo adentro, así que mata a hombre o mujer, el buey será apedreado, y su dueño también será condenado a muerte. Si se le impone una suma de dinero… [ellos podían pagar para no perder sus vidas] …entonces él dará por el rescate de su vida cualquier cosa que sea impuesto sobre él… [Por el juez] …Ya sea que haya corneado a un hijo, o haya corneado a una hija, de acuerdo a este juicio será hecho a él… [es por esto que es un juicio] …Si el buey cornea a un criado o a una criada, él le dará a su amo treinta shekels de plata, y el buey será apedreado” (Versos 28-32).
Todas estas son leyes buenas. Veamos un par más para que podamos entender esta parte del pacto, y de la relación matrimonial que Dios tenía con el Antiguo Israel. Éstas eran las leyes que ellos debían de llevar a todas las naciones del mundo.
Verso 33: “Y si un hombre abriera un pozo, o si un hombre cavara un pozo, y no lo cubriera, y un buey o un asno cayeran en él, el dueño del pozo hará bien y dará plata a su dueño. Y la bestia muerta será suya. Y en el evento en que el buey de un hombre hiera al buey de un vecino, y muere, entonces venderán el buey sobreviviente, y se dividirán el dinero de éste. Y también se dividirán el buey muerto. O si se sabe que el buey ya había corneado en tiempo pasado, y su dueño no lo mantuvo dentro, seguramente él pagará buey por buey. Y el buey muerto será suyo” (Versos 33-36).
Esto es justo, recto y bueno. Noten que Dios tenía un plan especial para hacer que el robo, fuera algo que la gente no aprendiera a hacer. Él no los ponía en la cárcel— ¡no, no, no! Está basado en las tres “R”: restitución rehabilitación y restauración (redención).
Éxodo 22:1: “Si un hombre robare un buey, o una oveja, y la matare o la vendiere, él restaurará cinco bueyes por un buey, y cuatro ovejas por una oveja.” Si usted hace eso, ¿qué va a decirse a sí mismo cuando lo atrapen y tenga que hacer esto y le digan, ‘Esta bien, o pagas esta cantidad o es tu vida? Usted va a decir, ‘la pago.’ ¿Piensa usted que va a salir a robar otra vez? ¡De ninguna manera! ¡Usted va a haber aprendido la lección!
También recuerde esto: En cada juicio que se hace, ¡No hay misericordia hasta que el juicio haya finalizado! ¡Después se aplica la misericordia! Así que en caso de robo, la persona puede decirle al juez, ‘Estoy feliz de recuperar todo, ¿qué puede pagarme? Estaré satisfecho con lo que pueda pagarme.’ El juez puede darle misericordia a uno y decirle, ‘¿Qué puedes pagar?’ Entonces el juicio sería ejecutado según lo que el agraviado aceptaría.
Así mismo cuando usted repasa el resto de estas leyes. En Éxodo 23 encontramos algo muy pero muy interesante, especialmente para aquellos que les gusta decir que los días Santos son menos que el sábado, y que éstos solo eran rituales y leyes ceremoniales para ser guardados. Lo que necesitamos entender en aprender estas cosas, es darnos cuenta de lo que va a suceder cuando seamos resucitados de los muertos en la primera resurrección y Dios nos de autoridad para gobernar sobre la tierra
· ¿Qué vamos a hacer?
· ¿Qué leyes vamos a aplicar a las personas físicas que vivan en la tierra?
· ¿No vamos acaso a aplicar éstas leyes?
· ¿No seremos acaso sacerdotes y jueces?
¡En realidad sí!
· ¿Qué les dijo Él a los doce apóstoles?
¡Ustedes estarán sentados sobre tronos juzgando a las doce tribus de Israel!
Éstas no fueron solo cosa del pasado. Éstas van a ser cosas que también serán aplicadas en el futuro, y serán la ley de la tierra en el Reino de Dios. ¡Piensen en esto!
Quiero mostrarles algo muy interesante, porque junto con estas leyes, juicios, y estatutos, también están los mandamientos de Dios; los cuales nos dicen algo muy importante. Nos dicen que todas estas leyes se deben de guardar, y que una vez que usted está de acuerdo con el pacto, todas aplican sin importar la categoría en la que estén. ¿Qué fue lo que enseñó Jesucristo acerca de vivir por cada Palabra de Dios? ¿No fue esto lo que Él dijo? Bueno, esto también aplica aquí.
Éxodo 23:12: “Seis días harás tu trabajo, y en el séptimo día descansarás, para que tu buey y tu asno descansen, y el hijo de tu criada, y el extranjero, sean rejuvenecidos.” El mandamiento del Sábado está en medio de todos estos juicios y estatutos.
Aquí están el segundo y tercer mandamiento combinado, verso 13: “Y estén alertas en todo lo que les he dicho. Y no hagan mención del nombre de otros dioses, ni dejen que se oiga de sus labios.”
Después noten a donde se dirige en seguida. La razón por la cual esto es importante, es porque Dios espera que todos estos se cumplan. Éstos debían ser guardados.
Verso 14: “Ustedes Me celebrarán una fiesta tres veces al año. Guardarán la Fiesta de los Panes Sin Levadura… [Ya guardamos esa]…Ustedes comerán pan sin levadura siete días, como Yo les mandé, en el tiempo señalado en el mes de Abib, por que en él salieron ustedes de Egipto. Y ninguno se presentará vacío ante Mí…[Usted siempre debe traerle a Dios lo que Él le ha mostrado que debe traer.]… También la Fiesta de la Cosecha de los Primeros Frutos de tus labores… [Pentecostés]… los cuales has sembrado en el campo. Y la Fiesta de la Cosecha al final del año, cuando hayas juntado tus labores del campo… [Fiesta de los Tabernáculos]… Todos tus varones se presentarán delante del Señor Dios tres veces al año” (Versos 14-17).
Repase todos y cada uno de éstos—Éxodo 21-23. Todas estas cosas tienen que ver con la propuesta de matrimonio que fue hecha en Éxodo19. Se describen los detalles de lo que debían hacer. Las palabras en la ceremonia de matrimonio son muy parecidas a éstas. Después viene el sello del pacto de la ceremonia del matrimonio. Veamos como Dios termina esta ceremonia matrimonial con Sus leyes y mandamientos que ellos debían hacer. Aquí estaba toda una nación que iba a entrar a poseer; una nación que Dios iba a elevar para ellos: para darles
· Fuerza
· Habilidad
· Bendición
· Protección
· Cuidado
—pero ellos tenían que obedecer Su voz, guardar Su pacto y Sus mandamientos.
Verso 20: “He aquí, Yo mando al Ángel delante de ustedes, para que los guarde, y los traiga al lugar que Yo he preparado. Estén en guardia en Su presencia y obedezcan Su voz…” (Versos 20-21). Si un ángel de Dios le dice que haga algo, usted debe hacerlo.
Vuelvan a Zacarías, padre de Juan el Bautista, recuerden que el ángel Gabriel dijo, ‘Tu esposa va a concebir.’ ¿Cómo va a suceder esto? Gabriel dijo, ‘Ya que no me creíste, te vas a quedar mudo, sin la capacidad de hablar hasta que nazca el niño.’ Zacarías no dijo, ‘Gracias por el mensaje, no puedo esperar a llegar a casa.’
“… No lo provoquen, porque Él no perdonará sus transgresiones; porque Mi nombre está en Él. Pero si ustedes en verdad obedecen Su voz, y hacen todo lo que les digo…” (Versos 21-22). El ángel es un mensajero, y sólo está llevando la Palabra de Dios a los individuos— ¿Correcto? En este caso, está cuidando de toda la nación.
“…Entonces seré un enemigo para sus enemigos, y un adversario para sus adversarios” (verso 22). ¿No es esto interesante? Miren lo que tenemos que hacer—todo porque no le creemos a Dios y rechazamos Sus leyes—tenemos que combatir el terrorismo. Nosotros no le creímos a Dios. ¡No! Nosotros queremos seguir por nuestro camino. Va a ser de ésta manera con las naciones del mundo cuando tomemos posesión y reinemos con Cristo. Vamos a tener que enseñarles el camino correcto. Lo países y los pueblos van a entrar en un pacto con Jesucristo y con los Santo resucitados para gobernar las naciones del mundo por mil años. Estas van a ser las leyes que serán aplicadas.
Verso 23: “Porque Mi ángel irá delante de ustedes y los traerá a los Amonitas, a los Hititas, y a los ferezeos, y a los Cananeos, los Heveos, y los Jebuseos. Y Yo los cortaré.” Después Él da una advertencia. Dios siempre da una advertencia, porque a la gente le gusta venir y pensar que una pequeña modificación de lo que Dios ha dicho estará bien, mientras ‘yo obtenga un beneficio.’
Verso 24: “No te inclinarás ante sus dioses, ni los servirás. Y no harás de acuerdo con sus obras. Sino que seguramente las derribarás, y seguramente molerás sus imágenes erguidas,” Vayan y destruyan sus bosques, sus ídolos, toda la adoración pagana que hay ahí. Bueno, ustedes saben lo que sucedió cuando no lo hicieron. Sin embargo, es importante entender esto, porque nosotros vamos a preguntar, ‘¿Qué fue lo que dijo el pueblo cuando oyeron todas estas palabras?’
Verso 25: “Y ustedes servirán al Señor su Dios, y Él bendecirá su pan y su agua. Y Yo quitaré la enfermedad de en medio de ustedes. Nadie expulsará a sus jóvenes, ni será estéril en su tierra. Yo cumpliré el número de sus días. Enviaré mi temor delante de ustedes, y destruiré a todos los pueblos a quienes vendrán. Y haré que sus enemigos les den la espalda” (Versos 25-27).
Este es el tipo de guerra que Dios quiere peleemos, cuando dice, ‘¡Vayan a la guerra! Nosotros lo hacemos ¡a la manera de Dios! ¡Nosotros creemos en Dios! ¡Confiamos en Su Palabra! Miren lo que hoy está sucediendo porque no lo hacemos. Ah, tenemos Seguridad Nacional; todos tienen que ser checados de pies a cabeza si van a viajar en avión. Tarde o temprano también habrá revisiones en carreteras. Paradas de revisión en la carretera:
· ¿Qué lleva en el auto?
· ¿A dónde se dirige?
· ¿Quién es usted?
· ¿Qué está haciendo?
· ¿Tiene alguna identificación oficial?
¡Todo porque no le creemos a Dios!
Verso 28: “Y enviaré avispones delante de ustedes, los cuales ahuyentarán a los Heveos, los Cananeos, y a los Hititas de delante de ustedes. No los ahuyentaré dentro de un año, no sea que la tierra se vuelva desierta, y la bestia del campo se multiplique contra ti. Pero los echaré de delante de ustedes poco a poco, hasta que hayan incrementado y hereden la tierra” (Versos 28-30). Después les menciona sobre las fronteras—desde el Río Nilo hasta el Éufrates (Verso 31).
Verso 32: “No harás ningún pacto con ellos ni con sus dioses.” Recuerde lo que hicieron Josué y los ancianos cuando vinieron los gabaonitas y fingieron que eran de un país lejano. ‘Ah no, no somos habitantes de la tierra.’ Ellos hicieron juramento de que ellos serían leñadores y acarreadores de agua. ¿Qué sucedió? ¡Se volvieron una espina en su carne!
¡Hicieron un pacto con ellos sin poner a Dios primero! ¡Sin primero consultar a Josué y al Sumo Sacerdote! Después el Sumo Sacerdote iría ante Dios con el urim y el tumim, y posteriormente Dios les daría Su respuesta.
Verso 33: “Ellos no deben morar en su tierra, no sea que los hagan pecar contra Mí; porque si sirven a sus dioses, seguramente les serán un obstáculo.”
Todas estas son leyes, mandamientos, juicios, y estatutos que Dios les dio como parte del pacto con Israel. Recuerden, Dios podía añadirle a esto: clarificando leyes, y clarificando juicios cuando llegaban a circunstancias que no estaban enumeradas aquí específicamente.
Veamos, ¿qué pasa después de que se hace el pacto? Vamos a ver donde fue que se desarrolló la ceremonia de bodas en realidad, y como fue consumada.
(Pasar a la siguiente pista)
Veamos cuando entró en vigor el pacto entre Dios y los hijos de Israel en el monte Sinaí. Estoy repasando estas cosas, porque nos ayudan a entender si sabremos automáticamente lo que tendremos que hacer cuando seamos resucitados de los muertos, ¿Qué va a suceder en el Mar de Vidrio?
¡Va a haber una ceremonia matrimonial! También van a suceder muchas otras cosas. Nosotros tenemos que entender lo que vamos a hacer, así como Israel tuvo que entender lo que debían de hacer. Después de que Dios le había dado todos estos juicios y ordenanzas extra a Moisés, para que llevara estas palabras al pueblo. Veamos lo que sucedió. Así como en cualquier matrimonio, va a haber testigos.
Éxodo 24:1 “Y Él dijo a Moisés, “Suban al SEÑOR, tú y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel, y adoren lejos.” Dios quería que todo el pueblo de Israel supiera—tanto líderes como el sacerdocio—que esto no era algo inventado de su mente mientras estaba en la cima del Monte Sinaí. Sí, ¡Dios realmente estaba ahí! En realidad Dios les dio estas palabras.
Verso 2: “Y Moisés sólo se acercará al SEÑOR, pero ellos no se acercarán. Ni el pueblo subirá con él.’ Y Moisés vino y le dijo a la gente todas las palabras del SEÑOR...” (Versos 2-3). Recuerden la propuesta que Dios dio en Éxodo 19 y todos los juicios. Repasemos esto, y veamos la propuesta que la gente aceptó. Después de la propuesta, los hechos de las cosas llegan a tomar forma con los Diez Mandamientos, y todas estas otras leyes que se dan.
Aquí está lo que Dios dijo en Éxodo 19:5: “Ahora por tanto, si por cierto obedecen Mi voz y guardan Mi pacto, entonces serán un tesoro especial para Mí sobre todas las gentes; porque toda la tierra es Mía. Y serán para Mi un reino de sacerdotes y una nación santa.’…” (Versos 5-6). ¿No le suena esto un poco como Apocalipsis 20— ‘seremos reyes y sacerdotes y reinaremos con Cristo.’
Veamos la conexión, porque todo lo que sucedió en el Antiguo Testamento fue una tipificación de lo que va a suceder con nosotros. Aquí Dios está reuniendo a su pueblo para sí mismo, presentándoles Sus leyes, estatutos, juicios y mandamientos. Entonces se dan todos los detalles. Él no les había dado los detalles. Él no les había dicho nada al respecto, hasta que prometieran que harían todo lo que Dios había dicho.
Éxodo 24:3 “Y Moisés vino y le dijo a la gente todas las palabras del SEÑOR… [y todos los juicios; así que ahí está]… y toda la gente respondió con una sola voz y dijo, ‘Todas las palabras las cuales el SEÑOR ha dicho, haremos.’” Cuando usted le dice sí a Dios, Él espera que su ‘sí’ sea un sí, y que su ‘no’ sea un no. Así que cuando ellos dijeron, …‘Todas las palabras…haremos,’” ellos eran los responsables de cumplirle.
¿Qué se hizo para sellar este pacto? Verso 4: “Y Moisés escribió todas las palabras del SEÑOR…” –un contrato matrimonial; un pacto por escrito. Dios escribe estas cosas entre Él y Su pueblo. Él tiene Sus siervos escribiendo para que no haya ningún error. Para que nadie pueda decir, ‘yo creí haberte escuchado decir esto…’ Y alguien mas dirá, ‘No, yo no escuché eso, pero sí escuché…’ la otra cosa. Todo está escrito. ¿Qué hay del Nuevo Pacto? ¿Está éste escrito? ¡Si! Continuemos.
“…y se levantó temprano en la mañana, y construyó un altar en la base de la montaña y doce pilares de acuerdo a las doce tribus de Israel. Y envió hombres jóvenes de los hijos de Israel quienes ofrecieron ofrendas quemadas, y sacrificaron ofrendas de paz de bueyes al SEÑOR” (Versos 4-5). Éstos eran sacrificios. ¿Qué hacían ellos con la sangre? Esto se convierte en la clave esencial, aquí mismo:
Verso 6: “Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la mitad de la sangre la roció sobre el altar.” Recuerden: ¡Sin el derramamiento de sangre no hay pacto! Cuando no hay derramamiento de sangre, entonces se pone en prenda la vida. Es por eso que en el matrimonio entre dos personas no hay sacrificio ni el derramamiento de esa sangre. Pero lo que si hay, es la promesa de vida hasta que mueran. Así es que han puesto en prenda sus vidas.
Aquí está lo que sucedió, Verso 7: “Y tomó el libro del pacto, y leyó a los oídos de la gente…” ¡Dios quiere que lo sepamos! Es por eso que tenemos toda la Biblia—el Antiguo y el Nuevo Testamento— la unidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, y las cosas que ahí están escritas para que aprendamos. Así que,
· Él dijo todas las palabras al pueblo
· Después las escribió
· Después tomó el libro del pacto y lo leyó a los oídos del pueblo.
¡Todos lo escucharon!
“…Y ellos dijeron, “‘Todo lo que el SEÑOR ha dicho haremos, y seremos obedientes.’” (Verso 7). Ahora, entonces tenemos
· Las palabras del pacto
· Las palabras del matrimonio
· El contrato es dado a conocer en su totalidad
Verso 8: “Y Moisés tomó la sangre y la roció sobre la gente, y dijo, ‘He aquí la sangre del pacto, el cual el SEÑOR ha hecho con ustedes concerniente a todas estas palabras.’” El pueblo la aceptó, y la respuesta tenía que ser llevada a Dios. Tenía que haber testigos que vieran que Moisés realmente fue con Dios, y que le entregó la respuesta del pueblo personalmente.
Verso 9: “Y Moisés subió, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel. Y vieron al Dios de Israel…” (Versos 9-10). Aquí está Dios en la cima del Monte Sinaí. Obviamente, tenían que subir hasta la cima para poder verlo. Nosotros vemos que hay un Mar de Vidrio Pequeño, en este punto donde Dios estaba parado en particular. Cuando ellos llegaron ahí para verificar como testigos de que, sí, era Dios, tenían que estar estos testigos: “Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel…”
“…Y había bajo Sus pies como si fuera un trabajo pavimentado de piedra de zafiro, y como si fueran los cielos en claridad” (Verso 10) ¡Ellos vieron a Dios! Moisés le llevó la respuesta del pueblo. Él le mostró que el libro estaba rociado con la sangre de los animales del sacrificio. Él le dijo a Dios, y Dios vio que la sangre de los animales del sacrificio había sido rociada sobre el pueblo. Ellos dijeron, “…Todo lo que el SEÑOR ha dicho haremos...” (Verso 7). Es importante que entendamos lo siguiente, concerniente a la secuencia del tiempo: Esto fue poco después de Pentecostés.
· Los Diez Mandamientos fueron dados en el Día de Pentecostés
· Moisés subió y recibió lo que tenemos en Éxodo 21-23, que son todas las palabras del pacto
· Moisés volvió y las contó al pueblo
· Ellos dijeron, ‘Todo lo que Dios ha dicho, haremos.’
· Moisés las escribió
· Al día siguiente, Moisés las leyó a oídos del pueblo
· El pueblo dijo, ‘Todo lo que Dios ha dicho, haremos.’
Nosotros vemos que los hijos de Israel dijeron tres veces, que lo que Dios ha dicho ‘eso haremos.’ Lo tenemos:
· Cuando fue entregada la propuesta (Éxodo 19).
· Dos veces una vez que todo fue entregado y escrito en el libro del Pacto, y fue leído a los oídos del pueblo. Todos ellos dijeron, ‘eso haremos.’
Aquí está la ceremonia de bodas oficial entre el Señor Dios y los hijos de Israel. Moisés fue el mediador entre ambos.
Verso 11: “…Y sobre los nobles de los hijos de Israel Él no impuso Sus manos. También ellos vieron a Dios y comieron y bebieron.” ¿Qué tenemos aquí? ¡Tenemos una fiesta de bodas por el pacto de Israel! Los que participaron en ella fueron Moisés, Aarón, Nadab, Abiú, y también los 70 ancianos de Israel. Después de que terminaron de comer, esto solemnizó y oficializó la ceremonia, y arregló el pacto entre Dios e Israel. Ahora hay más por venir:
Verso 12: “Y el SEÑOR dijo a Moisés, ‘Sube a Mí en la montaña, y estate allí. Y te daré tabletas de piedra, y la ley, y mandamientos los cuales He escrito, para que tu puedas enseñarles.’” Dios está diciendo, ‘Esta bien, les Voy a responder. Ustedes ya me respondieron. Ustedes dijeron que van a hacer todo lo que Yo les he mandado. Ahora Yo les voy a responder a ustedes.’
Así es con nosotros. Nosotros le respondemos a Dios, Él pone Sus leyes en nuestras mentes y corazones, pero nosotros las tenemos que estudiar para llegar ahí— ¿correcto? ¡Sí!
Verso 13: “Y Moisés se levantó, y su ayudante Josué. Y Moisés subió a la montaña de Dios. Y les dijo a los ancianos, ‘Esperen aquí por nosotros hasta que vengamos de nuevo a ustedes. Y he aquí, Aarón y Hur están con ustedes. Si cualquier hombre tiene un asunto, que vaya a ellos.’ Y Moisés subió a la montaña, y una nube cubrió la montaña. Y la gloria del SEÑOR moró sobre Monte Sinaí, y la nube lo cubrió seis días…” (Versos 13-16). Aquí lo tenemos, justo aquí.
· Los hijos de Israel vieron la nube, vieron la gloria
· Los 70 ancianos de Israel vieron el perfil de Dios
· Vieron el Mar de Vidrio sobre el cual Dios estuvo de pie
· Ellos confirmaron que Moisés le dio estas cosas a Dios
· Ellos confirmaron que era Dios
· Ellos tuvieron la cena del pacto, la fiesta de la boda
“…Y el séptimo día Él llamó a Moisés de en medio de la nube. Y la vista de la gloria del SEÑOR era como un fuego consumidor sobre la cima de la montaña a los ojos de los hijos de Israel. Y Moisés entró en medio de la nube, y subió a la montaña. Y Moisés estuvo en la montaña cuarenta días y cuarenta noches” (Versos 16-18).
Después vinieron todas las instrucciones para el tabernáculo y el servicio de Dios, para que el pacto y la relación de Dios con el pueblo pudieran proceder, y estar en una base de trabajo. Lo primero que Dios hizo fue darle instrucciones a Moisés para construir el tabernáculo.
Él dijo, Éxodo 25:1: “Y el SEÑOR habló a Moisés diciendo, “Habla a los hijos de Israel para que me traigan una ofrenda. Tomarás una ofrenda de todo hombre que la dé voluntariamente de su corazón”” (Versos 1-2).
Aquí está lo que Dios quería hacer, verso 8: “Y que Me hagan un santuario… [De acuerdo a Sus instrucciones, las que Dios le dio a Moisés]…para que pueda morar entre ellos.” Dios quería morar con Su pueblo.
Hoy podemos ver otro paralelo diferente: ¡Dios mora en nosotros! Él vive en nosotros, a través del poder de Su Espíritu Santo. El Nuevo Pacto tiene un estándar más alto, un propósito más grande, y promete vida eterna. Este pacto con Israel no hacía eso.
Después Él da todas las instrucciones, todo lo que debían hacer para construir el tabernáculo, para edificarlo, para tener las cortes, para tener las tablas que acondicionarían para poner sobre ellas el lino, y las pieles de cabra y cosas por el estilo, y para construir el Arca del Pacto; para construir el lugar santísimo y ensamblarlo. Todo era portable para que pudiera ser trasladado.
Pasaremos por alto todas las otras cosas que sucedieron en este intervalo de tiempo. Recuerden, ¡los hijos de Israel se rebelaron! Ellos no sabían lo que le había sucedido a Moisés, porque él estuvo arriba 40 días y 40 noches. ¡Aarón los metió en un serio problema! Hizo el becerro de oro, e hizo que todo se volviera confusión total. Ellos rompieron el pacto de Dios incluso antes de que comenzara.
Dios les reiteró todo de nuevo, después de que Moisés oró por ellos y rogó para que Dios no los destruyera. Dios le dijo a Moisés, ‘Tu déjame solo que destruiré a todo este pueblo, y haré de ti una gran nación.’ Pero Moisés siendo bueno y compasivo y comprensivo, intercedió por los hijos de Israel y por Aarón, y Dios aceptó continuar lidiando con ellos e ir a la ‘tierra prometida’ con ellos.
A partir de entonces, se le tuvo que dar corrección al pueblo de Israel. Moisés rompió las dos tablas de piedra sobre las cuales Dios había escrito los Diez Mandamientos. El castigo fue impuesto a los que jugaron un papel decisivo en la rebelión. El perdón le fue concedido a Aarón porque Moisés oró por él. Pero Aarón no entró en la ‘tierra prometida’; tampoco Moisés.
Entonces Dios dijo, ‘Voy a tratar con ustedes, sólo que moverán la Tienda del Encuentro fuera del campamento. Moisés fue a encontrarse con Dios hasta que terminaron el tabernáculo. Después él subió a la montaña por segunda vez, y se quedó ahí otros 40 días y 40 noches, y cuando bajó, su rostro brillaba como si hubiera estado iluminado. Esta vez, todo el pueblo de Israel realmente creyó que Moisés estaba con Dios cuando vieron la gloria de su rostro. Moisés no se dio cuenta de esto, pero después de que entendió lo que había pasado, puso un velo sobre su cabeza cuando habló al pueblo de Israel. Pero cuando venía ante Dios, se lo quitaba.
Todo estaba terminado. Dios le dio habilidades especiales y entendimiento a la mano de obra que debía de estar en todos los aspectos de la construcción del tabernáculo, del Arca, de los instrumentos Santos, y del resto de esas cosas. Aquí es cuando el pacto entra en completo vigor. Todo hasta este punto era
· La propuesta
· El matrimonio
· La aceptación
· El tiempo fuera para la rebelión y la re institución de todo
Llegamos al primer mes del segundo año que estuvieron en el desierto. Éxodo 40:1: “Y el SENOR habló a Moisés diciendo, “Pondrás el tabernáculo de la tienda de la congregación en el primer día del primer mes’” (Versos 1-2). Él hizo eso; lo puso. Dios le dijo todas las cosas para ponerlo, y tenerlo listo.
Veamos lo que pasó después de que hizo esto; todo en su lugar como debía de estarlo. Dios propuso que Él moraría entre Su pueblo, y que Él pondría Su presencia en el lugar Santísimo en el tabernáculo. También se daría a conocer por el pilar de fuego en la noche, y las nubes de día.
Verso 33: “Y él puso la corte alrededor del tabernáculo y el altar, y puso el portal de la puerta de la corte. Y Moisés terminó el trabajo. Y la nube cubría el tabernáculo de la congregación, y la gloria del SEÑOR llenaba el tabernáculo” (Versos 33-34). Todo el pueblo vio esto. ¡Todo el pueblo sabía que este era Dios!
Verso 35: “Y Moisés no fue capaz de entrar en el tabernáculo de la congregación porque la nube se quedaba sobre el, y la gloria del SEÑOR llenaba el tabernáculo. Y cuando la nube se alzaba sobre el tabernáculo, el pueblo de Israel seguía su viaje en todas sus travesías. Pero si la nube no se alzaba, entonces ellos no viajaban hasta el día en que se elevara” (Versos 35-37).
Ahora, hay más detalles que se añadieron a esto. ¿Cómo se santifico y se puso en marcha esto, en la manera que debía? ¡Lo averiguaremos en el libro de los Números! Se desenvuelven más detalles. Va a ser lo mismo cuando seamos resucitados de los muertos, y nos encontremos con Jesús en el aire en el Mar de Vidrio. Vamos a entender los detalles de lo que necesitamos hacer.
· ¿Sabemos lo que debemos hacer?
· ¿Alguna vez hemos sido un sacerdote?
· ¿Alguna vez hemos sido un rey?
· ¿Acaso hemos asistido alguna vez en una de estas funciones?
· ¿Qué es lo que va a hacer Dios?
Él no nos lo va a canalizar en nuestra cabeza; Él nos los va enseñar. Aquí también hay más detalles. Ahora que la presencia de Dios está en el tabernáculo, ¿Qué hace usted? Está vacío, ahí no hay nada excepto las cosas que fueron construidas de acuerdo a las instrucciones de Dios.
Números 1:1: “Y el SEÑOR habló a Moisés en el desierto del Sinaí, en el tabernáculo de la congregación, en el primer día del segundo mes, en el segundo año después de que habían salido de la tierra de Egipto.”
Veamos lo que sucedió después de que la gloria de Dios llenó el tabernáculo que se hizo. Aquí hay muchas cosas más que se tenían que cumplir, para que estuviera de pie y en pleno funcionamiento.
Números 7:1—aquí retomamos la secuencia del tiempo: “Y sucedió que en el día en que Moisés había puesto el tabernáculo completamente, y lo había ungido y santificado, y todos sus utensilios, ambos el altar y sus utensilios, y los había ungido y santificado, y los líderes de Israel ofrecieron, los hombres a la cabeza de la casa de sus padres, los líderes de las tribus; éstos fueron los que estuvieron sobre los enumerados” (Versos 1-2). Algunos de éstos eran los que también habían visto a Dios cuando él estaba en el Mar de Vidrio.
Ellos trajeron una ofrenda; cada tribu trajo una ofrenda comenzando el primer día del primer mes del segundo año que estuvieron en el desierto. Todo lo que trajeron era idéntico.
Verso 4: “Y el SEÑOR habló a Moisés diciendo, ‘Tómalo de ellos para que puedan ser usados en el servicio del tabernáculo de la congregación. Y tu se lo darás a los Levitas, a cada hombre de acuerdo a su servicio.’ Y Moisés tomó los vagones y el ganado y se los dio a los Levitas. Él les dio dos vagones y cuatro bueyes a los hijos de Gerson, de acuerdo a su servicio. Y él le dio cuatro vagones y ocho bueyes a los hijos de Merari, de acuerdo a su servicio, bajo la mano de Itamar, el hijo del sacerdote Aarón” (Versos 4-8).
Después de que se entregaron estas ofrendas especiales, hubo ofrendas diarias, Verso 12: “Y aquel que ofreció su ofrenda el primer día fue Nasón, el hijo de Aminadab, de la tribu de Judá.” Uno de los príncipes de Israel, cada uno de las 12 tribus, traería su ofrenda especial todos los días para poner el tabernáculo.
Verso 18: “En el segundo día…” igualmente
Verso 24: “En el tercer día…”
Vamos al final y veamos que pasó, verso 78: “En el doceavo día…” Aquí tenemos todas las ofrendas que se trajeron, todos los implementos, todo lo que fue hecho.
Entonces hubo otra ceremonia especial, la santificación de los Levitas para estar al servicio de Aarón y sus hijos como sacerdotes. Después tenemos un conteo de todos los Levitas y un censo de los primogénitos de los hijos de Israel. Había una diferencia entre los 22,000 Levitas. (Es interesante que aquí hay 22,000 Levitas y que hay 22 letras en el alfabeto Hebreo). Había una diferencia, así que hubo una ofrenda especial para ellos.
Aquí viene algo muy importante que también debemos de entender. Esto se logró en los primeros 12 días del primer mes del segundo año. ¿Qué significa esto? Números 9 nos habla acerca de la Pascua que los hijos de Israel guardaron en el desierto. Esto significa que la Pascua se celebraría dentro de dos días. Esto es algo muy importante. Lo que encontramos es lo siguiente: Después de que el tabernáculo fue puesto en pleno funcionamiento con todos los implementos, equipo, y todo lo que fue dado a los hijos de Aarón y a los Levitas, ya todo estaba listo. Pero lo que encontramos acerca de la Pascua es que no hubo un solo animal sacrificado en el templo para la Pascua. ¿No les dice esto algo sobre el sacrificio de la Pascua ofrecido en el templo? ¡Sí lo hace!
Números 9:1 “Y el SEÑOR habló a Moisés en el desierto del Sinaí, en el primer mes del segundo año después de que salieron de la tierra de Egipto, diciendo, “Deja que los hijos de Israel también guarden la Pascua en su tiempo señalado. En el décimo cuarto día de este mes, entre las dos tardes, la guardarán en su tiempo señalado. Ustedes la guardarán de acuerdo a todos sus estatutos, y conforme a todas sus ceremonias’” (Versos 1-3).
¿Qué hicieron ellos en la tierra de Egipto? ¡Mataron el cordero de la Pascua en sus casas! ¿Qué hicieron aquí? ¡Mataron el cordero de la Pascua en sus tiendas! ¡Muy simple! No hay lugar en donde diga que hicieron fila para matar su cordero de la Pascua en el tabernáculo. Si eso hubiera sido algo que Dios quería que hicieran, obviamente lo hubieran hecho en la primera Pascua después de que fue puesto el tabernáculo.
Todo está en marcha. El matrimonio se efectuó. El pacto es seguro. Ahora, si los hijos de Israel—hubieran sido fieles—hubieran entrado en la ‘tierra prometida’ para el tiempo de la Fiesta de los Tabernáculos de este mismo año. ¡Pero se rebelaron! ¡No le creyeron a Dios! Después de vagar durante 40 años, cuando todos los mayores de 20 años murieron en el desierto, y sus cuerpos quedaron esparcidos en el desierto, Dios les dice esto en Deuteronomio 4; veamos como es que esto iba a ser algo que los hijos de Israel le mostrarían a las otras naciones. Uno pensaría que
· Después de haber purgado a los rebeldes
· Después de haber tenido mana durante 40 años
· Después de haber visto lo que Dios hizo a sus enemigos
· Después de haber visto lo que Dios hizo a los que se rebelaron contra Él
Ellos se hubieran dedicado a guardar la verdad. Dios les advirtió:
Deuteronomio 4:1: “Y ahora, Oh Israel, escuchen los estatutos y los juicios los cuales les enseño, para que los hagan, para que puedan vivir y entrar y poseer la tierra la cual el SEÑOR Dios de sus padres da a ustedes. No adicionarán a la palabra la cual les ordeno; ni quitarán de ella, para que puedan guardar los mandamientos del SEÑOR su Dios los cuales les ordeno” (Versos 1-2).
Después Él habla sobre cómo les va a dar la tierra. Dios sabía que otras naciones vendrían y querrían saber como es que esta nación de los hijos de Israel tenía tantas bendiciones, y qué era aquello tan grande sobre lo que hacían.
Verso 6: “Y los guardarán y harán, porque esta es su sabiduría y su entendimiento a la vista de las naciones…” Israel iba a abrir el camino para todas las naciones del mundo. Pero lo que le ha sucedido a Israel a lo largo del tiempo y de la historia, es que ha querido ser como las naciones del mundo, ¡No como la nación de Dios!
“…las cuales oirán todos estos estatutos y dirán, ‘Seguramente esta gran nación es un pueblo sabio y entendido.’ Porque ¿qué nación es tan grande cuyo Dios está tan cerca de ellos, como el SEÑOR nuestro Dios está, siempre que nosotros Lo invocamos? Y ¿qué gran nación tiene estatutos y juicios que son tan justos como toda esta ley la cual coloco delante de ustedes hoy?” (Versos 6-8). Ellos hubieran aprendido lo grandioso que esto era.
Después el repasó lo que hicieron, y después de haber repasado los Diez Mandamientos en Deuteronomio 5, veamos lo que Dios dice en Deuteronomio 6.
Una vez que se hace la ceremonia matrimonial; una vez que hay aceptación de estas cosas y el conocimiento y entendimiento de las leyes y mandamientos, y todo está listo para entrar en la ‘tierra prometida’; todo el pueblo en acuerdo después de 40 años de peregrinaje, Dios les da estas instrucciones—ustedes pueden leer el resto del libro de Deuteronomio, y lo que Dios hizo para ayudar a prepararlos para entrar.
Dios aún iba a hacer que fueran un pueblo especial y único para Él. Iba a hacer que las otras naciones del mundo fueran atraídas hacia ellos, para que aprendieran como debían de gobernar sus países, y como servir al verdadero Dios, en lugar de servir a dioses falsos, demonios, estatuas e ídolos, los cuales hacían con sus propias manos.
Deuteronomio 6:1: “Estos son los mandamientos, los estatutos, y los juicios los cuales el SEÑOR nuestro Dios ordenó enseñarles para que puedan hacerlos en la tierra a donde van a poseerla.” Dios quería que les fuera bien.
Recuerden esto: ¡Dios quiere que hagamos lo que Él dice para que nos vaya bien! No quiere que nos rebelemos como los hijos de Israel. No creamos que podemos añadir algo al camino de Dios, que sea mejor que lo que Dios ya nos dio.
Verso 2: “Que puedan temer al SEÑOR su Dios, guardar todos Sus estatutos y Sus mandamientos los cuales les ordeno, usted, y su hijo, y el hijo de su hijo, todos los días de su vida, y para que sus días puedan ser prolongados.” Esto es lo que Dios quiere.
Nosotros podemos aprender la lección de esto en lo que necesitamos hacer hoy, para que podamos ser parte del pacto establecido en el Mar de Vidrio después de la primera resurrección. Va a haber muchas cosas que tendremos que aprender, saber, hacer, ver, mirar, y observar. Es por eso que la resurrección tiene que suceder en el Mar de Vidrio. Ya veremos los paralelos de muchas cosas que hemos aprendido aquí concernientes al pacto entre Dios e Israel, y de como será el pacto entre los santos resucitados, Dios el Padre, y Jesucristo.
Verso 3: “Oye por tanto, Oh Israel, y sean diligentes a ello, para que pueda irles bien, y que puedan multiplicarse grandemente, como el SEÑOR Dios de nuestros padres les ha prometido, en la tierra que fluye con leche y miel. Oye, Oh Israel. Nuestro único Dios es el SEÑOR, el SEÑOR. Y amarán al SEÑOR su Dios con todo su corazón y con toda su alma y con toda su fuerza. Y estas palabras las cuales les ordeno en este día estarán en sus corazones” (Versos 3-6). Esto es lo que necesita estar con nosotros también— ¿verdad?
Verso 7: “Y diligentemente las enseñarán a sus hijos, y hablarán de ellas cuando se sienten en su casa y cuando caminen por el camino, y cuando se acuesten, y cuando se levanten.”
Dios quería que realmente comenzaran llegando a la ‘tierra prometida’ con:
· Fuerza
· Fe
· Creencia
· Confianza en Dios
· Sabiendo lo que debían hacer
Con
· Sacerdotes y Levitas en funcionamiento
· Un ejército funcional de los hombres de guerra que Dios había desarrollado
1. Dios guiándolos hacia la batalla
2. Siendo fieles a Dios en todo lo que hacían
Bueno, que mal que no resultó de esa manera. Dios sabía que estas cosas iban a suceder. ¡Ahora veremos algunos de los paralelos que existen mañana en el día de Pentecostés y la boda del Cordero, la cena de la Boda del Cordero, que ocurrirá en el Mar de Vidrio!
Escrituras de Referencia:
1) Éxodo 19:3-11, 16-24
2) Éxodo 20:18-21, 13
3) Éxodo 21:12-25, 28-36
4) Éxodo 22:1
5) Éxodo 23:12-17, 20-30, 32-33
6) Éxodo 24:1-2
7) Éxodo 19:5-6
8) Éxodo 24:3-10, 7, 11-18
9) Éxodo 25:1-2, 8
10) Éxodo 40:1-2, 33-37
11) Números 1:1
12) Números 7:1-2, 4-8, 12, 18, 24, 78
13) Números 9:1-3
14) Deuteronomio 4:1-2, 6-8
15) Deuteronomio 6:1-7
Escrituras de Referencia no citadas:
· Éxodo 19:12-15
· Éxodo 20:1-17
· Éxodo 23:31
· Apocalipsis 20
· Deuteronomio 5
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